La descripción personal

Describir es presentar los rasgos característicos de seres, objetos, lugares, fenómenos... del mundo real o de uno imaginario.

EL RETRATO

Según la actitud del autor de la descripción, distinguimos dos tipos:

• La descripción objetiva: se presentan los rasgos de la persona (alto, delgada...)
• La descripción subjetiva: el autor incluye su punto de vista (bonachón, egoísta...)

Según los rasgos que describamos, podemos distinguir:

• La prosopografía: descripción de las características físicas (hombre grueso, nariz aguileña...)
• La etopeya: descripción de las características psicológicas y morales de la persona (alumnos responsables, mirada hostil...)

Generalmente, los retratos deben responder a una estructura en la que se suelen distinguir tres partes:

1. La presentación de la persona
2. Su caracterización (prosopografía y etopeya)
3. El cierre (una síntesis de la descripción o una valoración final de la persona)

Los rasgos lingüísticos más característicos de una descripción son:

• Sustantivos concretos (piel, pelo, espalda, manos...)
• Adjetivos calificativos (corpulento, sucio, encallecidos...)
• Verbos copulativos (ser, estar y parecer)
• Adverbios de modo (pesadamente)
• Comparaciones (como una tropa de asalto, como la más oscura noche...)

Para nuestra primera actividad sobre la descripción personal, que consiste en describir la imagen del personaje de ficción que habéis encontrado, y para ampliar vuestro léxico, visitad este fantástico recurso sobre sustantivos y adjetivos para describir personas.

Encontrarás una explicación más detallada en las páginas 67 y 68 de vuestro libro de texto.

Puedes seguir aprendiendo y ampliando conocimientos sobre la descripción en este enlace.